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Transoxiana 2 - Junio 2001
Índice

La Teología Menfita: Mito de Creación

Lic. Susana Romero

Índice

El Himno
La Teología Menfita
Análisis del Texto
Bibliografía


El Himno

Los dioses que se manifestaron como Ptah
Ptah sobre el Gran Trono...
Ptah-Num, el padre que engendró a Atum...
Ptah-Nunet, la madre que dió a luz a Atum...
Ptah el Grande, que es el corazón y la lengua de la Enéada...
(Aquél que) se manifestó como el corazón,
(aquél que) se manifestó como la lengua, con la apariencia de Atum,
(aquél) es Ptah el muy grande, quien dió la vida [a todos los dioses]
así como a sus genios (ka), gracias a este corazón del que Horus es la emanación,
gracias a esta lengua de la que Thot es la emanación,
(nacidos ambos?) de Ptah .
Y ocurrió que el corazón y la lengua predominaron sobre todos los miembros del cuerpo,
puesto que él (Ptah) está en el cuerpo,
y que él (Ptah) está en la boca de todos los dioses,
de todos los hombres, de todos los animales, de todos los reptiles,
de todos los (seres) vivientes, pensando y decretando todo lo que desea.
Su Enéada está ante él, como dientes y labios, o sea, el semen y las manos de Atum .
Porque la Enéada de Atum vino a la existencia gracias a su semen y a sus dedos.
Pero la Enéada es, en realidad, los dientes y los labios de esta boca
que pronunció el nombre de cada cosa, de la cual han salido Shu y Tefnut,
y que ha dado a luz a la Enéada .

La visión de los ojos, el oir de los oídos, y el oler de la naríz,
ellos informan al corazón . El es quien hace surgir todo conocimiento,
y la lengua anuncia lo que el corazón piensa.
Así nacieron todas las cosas y su Enéada fué completada .

En verdad, cada palabra divina se realizó conformemente a lo que el corazón pensó
y a lo que la lengua ordenó . Así fueron creados
los espíritus machos y promovidos los espiritus hembras, autores de
todo alimentió y toda subsistencia, por medio de esta palabra
(dedicada?) a aquel que hace lo que le place y a aquel que hace lo
que se aborrece . Así se dió vida al pacífico, y muerte al turbulento .

Así fueron creados cada labor y cada oficio, la actividad de las
manos, el movimiento de las piernas, la función de cada miembro,
de acuerdo con el designio que pensó el corazón y que expresó la
lengua, lo que se realizó enteramente .

Por ello se dice de Ptah " Aquel que hizo todo y que hizo
existir a los dioses". El es Ta-Tenen ("la tierra que surge" del abismo
primordial), él es quien dió nacimiento a los dioses, aquel de quien
todas las cosas han surgido : los alimentos, las subsistencias, las
ofrendas divinas, todas las cosas buenas . Por ello se reconoce y
comprende que su poder es más grande que el de los (otros) dioses .

Y así Ptah se sintió satisfecho, luego que hubo hecho todas las
cosas y todas las palabras divinas .

El dió nacimiento a los dioses, él fundó las ciudades, él
estableció los nomos, él instaló a los dioses en sus santuarios,
él organizó sus ofrendas, él fundó sus santuarios, él fabricó sus
cuerpos, según sus deseos . y los dioses penetraron en sus cuerpos,
(elaborados con) toda especie de plantas, toda clase de piedras, toda
clase de barro, y con todas las materias que crecen en él, en
las cuales se encarnan . Así, todos los dioses se unieron a él, lo mismo
que sus espíritus (sus ka), satisfechos y reunidos en el Señor del
Doble-País .

Traducción de López, Jesús- "Mitología y Relig. Egipcias"

 

La Creación Egipcia: Teología Menfita

Llevó años el traducir el enorme corpus de la literatura religiosa egipcia, traducciones que fueron a la vez sujeto de diferentes interpretaciones, debidas a la dificultad en comprender el sentido de innumerables pasajes, de oculto significado, que prueban el afán puesto por los sacerdotes en evitar que ciertas fórmulas mágico-religiosas fueran leídas y recitadas por aquellos a quienes no estaban destinadas. Entre estos textos han llegado hasta nosotros varias versiones del Mito Cosmogónico, cada una proveniente de un centro religioso distinto, las que atribuyen al dios local el rol de demiurgo, y que a su vez fueron amalgamadas en épocas posteriores, lo que explicaría la abundante y a veces aparentemente contradictoria literatura cosmogónica egipcia.

Pero hay coincidencia en atribuir este suceso trascendente a un “dios creador”, todos los mitos consideran que el comienzo del mundo es un hecho religioso en el que el demiurgo, bajo distintas apariencias según los relatos, surge de las aguas primordiales o Nun, una masa acuosa e indefinida, que contiene en sí todos los gérmenes de vida. En los distintos mitos hay referencias a una “colina primordial” o “tierra primigenia”, que es a la vez “centro del mundo” y el lugar donde se inicia la acción del demiurgo, montículo que nos remite a las parcelas de tierra fértil que deja el Nilo al retirarse luego de la inundación anual, las que dan lugar a un renacer de la vegetación y posibilitan una nueva vida. Colina que los antiguos egipcios representaron en la figura de la pirámide.

La Teología Menfita hace  mención de otros dos mitos creacionales más antiguos: la llamada “Cosmogonía Heliopolitana” y la “Creación Hermopolitana”. De acuerdo al sistema heliopolitano que aparece en los textos de las Pirámides de la D V, el demiurgo es Atum, el cual esputa a Shu y expectora a Tefnut, el “espacio” y el “calor húmedo” respectivamente, dando lugar al primer estadio de creación. En otros textos se dice que Atum se autogeneró, por lo que la primer pareja divina sería engendrada del semen del creador; en ambos casos Shu y Tefnut serían parte sustancial de la divinidad. Estos a su vez dan orígen a Nut-el cielo- y Geb-la tierra-, pareja que a su vez serán padres de Isis y Osiris, y Set y Nefthis, conformando así la Enéada de Heliópolis.

En Hermópolis, ciudad del Egipto Medio, se pensaba que al principio, el caos primordial estaba habitado por cuatro parejas de ranas y serpientes, que constituían la llamada Ogdóada. Sus nombres eran: Nun y Nunet, las aguas primigenias; Heh y Hehet, la infinitud del espacio; Keh y Keket, la oscuridad, y Amon y Amonet, lo oculto. De la simiente de los ocho depositada en un loto que flotaba sobre el Nun - en este caso más fangoso que acuoso - va a nacer el “niño divino”, heredero de los primeros, quienes por esta razón son llamados “padres y madres de Ra”.

El objeto de estas líneas es la llamada Teología Menfita. Este texto, en forma de himno al dios Ptah, relata un hecho fundamental cual es la creación de dioses, hombres y mundo, pero también intenta justificar el traslado de la capital del reino de Heliópolis a Menfis, entonces llamada “Muro Blanco”, una ciudad sin mayor importancia nacional, que a partir de entonces deviene en sede del gobierno y “centro del mundo”, a la vez que su dios local Ptah adquiere supremacía sobre los demás dioses hasta su posterior transformación en divinidad nacional. En cuanto a lo otros mitos antes mencionados, el texto menfita no los desecha, los toma y hace suyos, pero explica a la creación como un acto realizado por el poder del pensamiento-sia-y la palabra-hu-.

Desafortunadamente, de este relato sólo ha perdurado una tardía y dañada inscripción pétrea, que es copia de un antiguo papiro encontrado en la biblioteca del templo de “Ptah al sur del Muro” (Menfis) en tiempos del faraón Shabaka de la DXXV (712-698 A.C.) quién ordenó transcribirlo en una estela de granito a fín de asegurar su conservación, hecho del que dejó constancia:

“Entonces Su Majestad copió de nuevo esta escritura en la Casa de su padre Ptah, el que está al sur del Muro. Su Majestad la había encontrado como una obra de sus antepasados que había sido comida por los gusanos. Era desconocida desde el principio hasta el final. Entonces Su Majestad la copió de nuevo, de manera que ahora se encuentra en mejor estado que anteriormente”.
Lesko, L."Religion in Ancient Egypt" -pág. 95--

Este texto de la llamada Piedra de Shabaka, hoy en el Museo Británico, ha sido motivo de exhaustivos análisis por parte de los egiptólogos - H.Breasted, Junker y Sethe entre otros- quienes han encontrado dificultad en ponerse de acuerdo acerca de la época de composición del mismo, aunque la mayoría coincide en atribuirlo a los años en que las primeras dinastías trasladaron la capital de Heliópolis a Menfis, ciudad del dios Ptah, hacia fines el 2815 a.C.

También en el Himno a Ptah que se encuentra en el Papiro de Berlín 3048 se alaba a este dios como creador, aunque no es éste un relato tan completo de la Teología Menfita como es el del texto de Shabaka.  

 

Análisis del texto

Estrofa I:

Los dioses que se manifestaron como Ptah:
Ptah sobre el Gran Trono...
Ptah-Nun, el padre que engendró a Atum...
Ptah-Nunet, la madre que dió a luz a Atum...
Ptah, el Grande, que es el corazón y la lengua de la Enéada...

En esta primera estrofa aparece Ptah como el Gran dios, el ntr Wr, el Creador por excelencia, el Absoluto. Se lo equipara con el Nun, las aguas primordiales, unas aguas carentes de vida pero que contienen en sí todos los gérmenes de la creación. Nunet es su pareja y según el mito, ambos -o al fín de cuentas Ptah como divinidad que reúne en sí a los opuestos- dieron a luz a Atum, el demiurgo de la Teología Heliopolitana también salido del Nun, que aquí pasa a un segundo plano como divinidad engendrada por Ptah.

Por otro lado, al asimilar a Path con Nun y Nunet, una de las parejas de la Ogdóada de Hermópolis,

"las cosmogonías de la Ogdóada y de la Enéada son enlazadas por la figura de un creador más bien abstracto e intelectual que se sitúa entre el caos y los progenitores físicos del cosmos".
Lesko, L. -ibid- pag.96--

Por último leemos la afirmación de que Ptah es el “corazón y lengua “de la Enéada Dentro de la concepción egipcia, el corazón -ib- era el órgano del conocimiento, del pensamiento, de la conciencia; la lengua era el órgano de la palabra creadora que materializaba el pensamiento concebido. Estas dos facultades, conocimiento y palabra, eran consideradas hipóstasis del Creador, llamadas Hu, (la palabra), y Sia, (el conocimiento).

Estrofa II

(Aquél que) se manifestó como el corazón, (aquél que) se manifestó como la lengua, con la apariencia de Atum, (aquél) es Ptah el muy grande, quien dió la vida (a todos los dioses) así como a sus genios (ka) gracias a este corazón del que Horus es la emanación, gracias a esta lengua de la que Thot es la emanación, (nacidos ambos?) de Ptah. Y ocurrió que el corazón y la lengua predominaron sobre todos los miembros del cuerpo, puesto que él (Ptah) está en el cuerpo, y que él (Ptah) está en la boca de todos los dioses, de todos los hombres, de todos los animales, de todos los reptiles, de todos los (seres) vivientes, pensando y decretando todo lo que desea.

Ptah se manifestó en forma de Atum, y como tal creó a todos los dioses y a sus ka -la energía vital- ; y lo hizo concibiéndolos primero en su corazón, y luego dándoles vida mediante su lengua. Se destaca la superioridad de estos órganos por sobre el resto del cuerpo, dada su capacidad creadora . El dios Horus y el dios Thot aparecen como emanaciones de Ptah.

Al finalizar el párrafo se afirma que Ptah está “en el cuerpo y en la boca de todos los dioses, de todos los hombres,...” lo que indicaría la inmanencia del dios en todo ser viviente, “pensando y decretando todo lo que desea”.

Estrofa III

Su Enéada está ante él como dientes y labios, o sea, el semen y las manos de Atum. Porque la Enéada de Atum vino a la existencia gracias a su semen y a sus dedos. 

Pero la Enéada es, en realidad, los dientes y los labios de esta boca que pronunció el nombre de cada cosa, de la cual han salido Shu y Tefnut, y que ha dado a luz a la Enéada.

La Enéada heliopolitana nació de un acto de autogeneración de Atum, a diferencia de la concepción menfita - de carácter más abstracto- en que fueron los labios y dientes de Ptah los que pronunciaron el nombre de todas las cosas, creándolas. Este es el núcleo del pensamiento menfita: el poder creador de la palabra. Nos encontramos aquí ante el antiguo concepto de identidad entre la palabra y el objeto que ella designa; ésta es la razón por la que “la boca que pronunció el nombre de cada cosa” las fué creando al designarlas. Las cosas no existen si no tienen nombre, por éso es condición primera de realidad el ser nombrado.

Nos parece interesante señalar que, también en Mesopotamia se consideraba al nombre como sinónimo de existencia; al comienzo del Poema Babilónico de la Creación, para referirse al caos primordial que antecede al cosmos, se dice "Cuando en lo alto el cielo aún no había sido nombrado, y abajo la tierra firme no había sido mencionada por su nombre...". [Lara Peinado, F.-"Mitos sumerios y acadios" pag.221]

Estrofa IV

La visión de los ojos, el oír de los oídos, y el oler de la nariz, ellos informan al corazón.  El es quien hace surgir todo conocimiento, y la lengua anuncia lo que el corazón piensa.

Así nacieron todas las cosas y su enéada fué completada.

En verdad cada palabra divina se realizó conforme a lo que el corazón pensó y la lengua ordenó. 

Así fueron creados los espíritus machos y promovidos los espíritus hembras, autores de todo alimento y toda subsistencia, por medio de esta palabra (dedicada?) a aquel que hace lo que le place y a aquel que hace lo que se aborrece. 

Así se dió vida al pacífico y muerte al turbulento.

Así fueron creados cada labor y cada oficio, la actividad de las manos, el movimiento de las piernas, la función de cada miembro, de acuerdo con el designio que pensó el corazón y que expresó la lengua, lo que se realizó enteramente.

Este párrafo explica al conocimiento como la relación entre los sentidos y el corazón y la lengua; son los sentidos los encargados de llevar la información a estos órganos. Mediante ésta, el corazón formula los conceptos y la lengua los hace realidad. De esta manera se crearon los alimentos y todo cuanto sirve de subsistencia y se estableció un orden en el mundo; se instauró la Justicia, diferenciando entre lo correcto y lo incorrecto; se crearon los oficios, las artes y se reglamentó toda la actividad humana.

Estrofa V

Por ello se dice de Ptah "aquél que hizo todo y que hizo existir a los dioses".  El es Ta-Tenen (la tierra que surge del abismo primordial) él es quién dió nacimiento a los dioses, aquel de quien todas las cosas han surgido: los alimentos, las subsistencias, las ofrendas divinas, todas las cosas buenas. 

Por ello se reconoce y comprende que su poder es más grande que el de los (otros) dioses.

Y así Ptah se sintió satisfecho, luego que hubo hecho todas las cosas y todas las palabras divinas.

Aquí encontramos a Ptah identificado con Ta-Tenem, la tierra emergida, la colina primigenia, el suelo fértil del que surgieron todas "las cosas buenas" y por ésto se lo exalta como al más poderoso y grande de los dioses.

Las últimas dos líneas han dado lugar a interesantes controversias:"Y así Ptah se sintió satisfecho, luego que hubo hecho todas las cosas y todas las palabras divinas". Algunos eruditos han traducido "descansó" en lugar de "se sintió satisfecho", lo que introduciría cierto paralelismo con el relato bíblico, en el que Dios descansa al terminar la creación. J. Wilson no lo considera improbable, pero piensa que es más correcta la traducción que hemos transcripto: "se sintió satisfecho".

En cuanto a la referencia a las "palabras divinas", el mismo autor opina que este término significa "orden divino"o maat, el orden establecido al que se debían ajustar todos los elementos creados desde el momento de su concepción, y que se encontraba en el conjunto de textos sagrados. La creación no había sido abandonada a la deriva, sino por el contrario:  

"había sido acompañada y dominada por una palabra que expresaba una especie de orden divino a fín de comprender los elementos creados" Wilson, J op.cit. pag. 86 

Estrofa VI

El dió nacimiento a los dioses, él fundó las ciudades, él estableció los nomos, él instaló a los dioses en sus santuarios, él organizó sus ofrendas, él fundó sus santuarios, él fabricó sus cuerpos según sus deseos. Y los dioses penetraron en sus cuerpos, (elaborados con) toda especie de plantas, toda clase de piedras, toda clase de barro, y con todas las materias que crecen en él, en las cuales se encarnan. Así todos los dioses se unieron a él, lo mismo

que sus espíritus (sus ka), satisfechos y reunidos en el Señor del Doble País.

Este último párrafo, de discutible datación, ya que algunos egiptólogos creen es una interpolación de la época de Shabaka, (712-698 A.C.) atribuye a Ptah el establecimiento del orden social y religioso, de los cultos locales, y hasta de la confección de las estatuas de los dioses con los diversos materiales que crecían en él (Ptah) en cuanto dios-tierra. Las palabras "y los dioses penetraron en sus cuerpos", refiriéndose a las estatuas de éstos, nos indicaría que en la época de composición del texto, ya se distinguía entre los seres o cosas, y las imágenes de los mismos, a diferencia de la antigua creencia egipcia - por otro lado común al pensamiento arcaico- de la identidad entre lo representado y la figura que lo representa. [Morens, S.: "Egyptian Religion" -pag.154]  

 

Bibliografía

Barucq, André y Daumas, Francois: "Hymnes et Prières de lÉgypte Ancienne" Editions du cerf- 1980 –

Daumas, Francois: "Los dioses de Egipto"- Ediciones Lidiun- 1986-

Derchain, Philippe: "Las religiones antiguas" Vol. I - Siglo XXI -1989 -

Eliade, Mircea: "Lo sagrado y lo profano" - Editorial Labor - 1979 -

Franco, Isabelle: "Mythes et Dieux- Le souffle du soleil" - Ed. Pygmalion - Paris- 1996-

Franfort, Henri: "Reyes y Dioses" - Revista de Occidente S.A. - 1976 -

Hornung, Erik: "L'esprit du temps des pharaons" - Editions du Félin - 1996 -

Lara Peinado, Federico: "Mitos sumerios y acadios" - Editora Nacional - Madrid -1984

Lesko, Leonard & others: "Religion in Ancient Egypt" - Cornell University Press - 1995-

López, Jesús y Sanmartín, J.: "Mitología y Religión del Oriente Antiguo" -Edit. AUSA 1993

Morensz, Siegfried: "Egyptian Religion" - Cornell University Press - 1996 -

Quirke, Stephen: "Ancient Egyptian Religion" - British Museum Press - 1992 -

Wilson, John: "El pensamiento prefilosófico" - Fondo de Cultura Económica - 1988 -


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Actualizado el 23/07/2004
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